El mantenimiento de tu coche eléctrico es distinto al de un vehículo de motor por combustión. El precio del coche eléctrico es más elevado, eso es cierto, pero a la larga el ahorro es mayor porque usa electricidad. Además, son menos complejos, en cuanto a la mecánica se refiere. Su motor se compone de menos piezas, al igual que el resto de la cadena cinemática.
¿Es necesario el mantenimiento en el coche eléctrico?
Como te decía, la cadena cinemática, es decir, motor, cambio de velocidades y transmisión, en su caso, se compone de pocas piezas, por ello, no necesita un mantenimiento específico. Es más, quizás no sea preciso desmontar nada a lo largo de la vida útil de tu coche eléctrico.
La mayoría de los modelos cuentan con una relación sencilla, lo que significa que no hay un cambio directo. En consecuencia, no hay componentes como embrague, árbol de transmisión o aceite de caja, solo tienen un reductor. La única operación de mantenimiento que podría afectar al cambio sería la rotura de la palanca, la cual generalmente no está hecha de un material especialmente resistente.
Mantenimiento periódico
Si elegiste un vehículo eléctrico, no tendrás que realizar el mantenimiento periódico de cambio de aceite y su filtro, tampoco el de combustible, ni bujías, inyectores, ni turbo, etc. En cambio, a lo que deberás prestar atención, según el modelo:
◾ Puede haber un sistema de refrigeración por líquido
◾ Alguna bomba de agua.
◾ El filtro del aire del habitáculo.
Los coches eléctricos tienen una batería de 12 voltios para el circuito convencional, y cuando ésta muera, necesitarás las herramientas básicas para cambiarla o acudir a un taller especializado. Si se funde alguna bombilla o diodos LED por el transcurso del tiempo, habrá que cambiarlos.
Las baterías, ¿necesitan mantenimiento?
Estas no lo necesitan, será suficiente con llevar a cabo una diagnosis electrónica periódica para la comprobación de voltajes y tensiones de los diferentes módulos. No obstante, es aconsejable que adoptes una serie de hábitos saludables para que aumente su vida útil, sobre todo, en aquellos modelos con baterías refrigeradas por aire, así:
◾ No abuses de la recarga rápida, esta puede provocar más temperatura y estrés en las celdas.
◾ Es más beneficioso para la batería que la pongas a cargar con baja tensión y con murales de carga especiales, que balancean el proceso.
◾ En la medida que sea posible es más conveniente pocos ciclos de carga pero más completos, que muchos ciclos parciales.
◾ Si es posible, mejor cargar con temperaturas templadas.
La revisión del coche eléctrico
La revisión de tu vehículo eléctrico es sencilla, debes observar los siguientes puntos:
◾ Una diagnosis electrónica.
◾ Comprobación del líquido del limpiaparabrisas y frenos.
◾ El nivel de refrigerante si lo hay.
◾ El funcionamiento de ventiladores si los hay, que enfría el aire acondicionado.
◾ El voltaje de batería auxiliar.
◾ Los neumáticos.
Has de saber que estos coches eléctricos siguen teniendo frenos convencionales, además de la frenada regenerativa. Si haces un buen uso de esta, te beneficias del poco desgaste de pastillas y discos. Su vida útil puede situarse por encima de los 200.000 y los 300.000 km. La frenada regenerativa no supone desgaste y además, contamina menos por no existir consumo de pastillas ni de discos.
En cuanto a la amortiguación, con el tiempo pierde eficacia. Cuando vas haciendo más kilómetros, los amortiguadores filtran menos, esto provoca que aumente el balanceo e incluso, se puede alargar las distancias de frenado. Por ello, estos elementos pueden durar menos que en un vehículo convencional equivalente, aunque dependerá también de la masa del mismo.
El cuidado de un coche eléctrico difiere del que necesita un vehículo de motor a combustión. Aunque el precio inicial de este es más alto, a largo plazo se traduce en un ahorro significativo debido a que funciona con electricidad. Si te los estás pensado, ya sabes todo sobre su mantenimiento, ahora solo queda que te decidas.